Buenos Aires parecía una cita obligada para
Anathema, luego que en el 2015 Danny improvisara sobre el mítico cantito
argento “olé olé…” Y tan solo dos años pasaron
de aquel momento en el Teatro Vorterix para que los ingleses regresaran para hacer de las suyas. Pero ésta vez el encuentro
sería en Palermo, Groove.
Por razones de trabajo llegué para los últimos
acordes de Presto Vivace, quienes habían sido los únicos teloneros de la noche.
En el reloj pasaban los minutos y las expectativas iban in crescendo. “¿Más de
dos horas y media de show?” Rumores acerca de su último show en Chile iban
plagando las redes.
Cerca de las 21hs las luces se apagaron y la intro “San
Francisco” de su último disco The Optimist comenzó a sonar a través de los
parlantes. Los integrantes fueron
apareciendo de a poco, hasta finalmente, por primera vez de las tantas visitas
en Argentina, contábamos con la formación completa sobre el escenario.
Lo que siguió fue el doblete obligado de "Untouchable Pt 1 y Pt 2". He encontrado en ambos un
sentimiento intenso de nostalgia muy similar como me ha pasado con “One Last
Goodbye” (el cual, por cierto, no fue incluido en el setlist de esa noche). No sé,
inevitable que un nudo atraviese mi garganta a la hora de cantar estos temas; Hipervínculo
directo a emociones de antaño vienen a mí a través de esas melodías. Increíble.
Con semejante patada al alma Anathema nos daba la bienvenida.
A continuación presentaron temas de su último disco,
pero sin dudas Lee fue quien se llevó todas las ovaciones con “Endless Ways”. Una
balada hermosa que presenta una intensidad inmensa a la cual Anathema suele
acostumbrarnos. “She sounds like an angel” le gritaron a Lee desde el público,
pero Vincent remató entre risas: “But
she fights like a devil”
Vimos a la banda relajada, entre risas y
comentarios, disfrutar tanto como nosotros desde abajo del escenario. Conectamos
realmente en la noche de ayer, y eso realmente fue palpable para cualquier que
haya asistido.
Hubo un pequeño interludio, donde todos se fueron
del escenario, para después volver solo Danny, quien nos regaló “Wish You Were
Here” acompañado de su guitarra. Luego regresaron todos, con camisetas de la
selección nacional y una bandera, ambos regalos preparados por fans de la
banda.
“Hemos esperado llegar aquí para tocar este tema”
dijo Vincent. Claramente hablaba de “Back To The Start” la cual incluye,
llegando al final del tema, a nosotros, quienes en el 2015 cantamos “olé olé
olé olá ohhh Anathema, es un sentimiento…” Fue un momento casi de película.
Cantando sobre la pista, al unísono, reviviendo aquella noche, conectados entre
todos. Simplemente mágico. Podía verse en la cara de Danny, quien dijo que
jamás iba a olvidar semejante momento.
Cuando parecía todo haber llegado a su fin, de la
manga sacaron una tanda de temas más que
partieron nuestras cabezas; “Distant Satellites” fue uno de ellos donde Vincent,
inmenso, parecía fuera de sí, quien además de cantar se sumó con la percusión
en dicho tema.
Más clásicos llegaron a nuestros oídos. “Deep” fue
una verdadera fiesta para luego bajar con la legendaria “Lost Control” Nadie se
lo esperaba, o al menos en su mayoría, porque al escuchar la primer nota no podíamos
creerlo. Pero no sería el único de Alternative 4 esa noche, al terminar,
comenzó a sonar "Destiny".
Fue increíble, como después de la euforia alcanzada
al punto máximo con Back to the Start, siguieron semejantes golpes, los cuales
nos hicieron bajar, pero hasta cierto punto. Danny jugó a dirigirnos, y
nosotros jugamos a la perfección con nuestras voces al unísono.
Para finalizar, “A Natural Disaster” con las luces
completamente apagadas, como ya es una costumbre conocida, y “Fragil Dreams”
Cantanto y saltando sin parar hasta la parte melódica de guitarra ejecutada por
Danny.
Anathema se despidió después de otro show único y no sé si tal vez el mejor al cual haya asistido de la banda. Prometieron regresar dentro de poco, y si observamos un poco para atrás y vemos la frecuencia con la cual nos visitan, sabemos que realmente cumplirán con ello.
Alejandra
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