CELL


Celulares, tan pequeños pero sin embargo imprescindibles para la mayoría de las personas que ven en su teléfono móvil una extensión de sí mismos.
Parece que a Stephen King no le agradan demasiado estos artilugios de la tecnología. En su libro, no solo estos teléfonos móviles vuelven loca a la gente sino que la transforma en verdaderos monstruos.

La trama de la novela está dedicada a George romero (creador de la película el regreso de los muertos vivos).
Clay, personaje principal de la historia, ve como de repente aquellos que atienden un llamado telefónico comienzan a desquiciarse, se tornan violentos y salvajes. Mordiéndose entre sí, vociferando palabras inentendibles, como si fuesen verdaderos zombies.

King convierte a estos pequeños y simpáticos artefactos en el origen del terror.
Pero estos zombies telefónicos no se limitan a asesinar y destrozar todo a su alrededor, sino que con el paso del tiempo van cobrando cierta inteligencia y ciertas “habilidades”. Provocando la duda en nosotros de quien en verdad está fuera de sí, los locos telefónicos o la gente normal.
Al comienzo los personajes buscan una respuesta racional a lo sucedido, pero a medida que se va desarrollando la historia, los acontecimientos se tornan extraños y confusos, llegando a comparar la mente humana con el ordenador de una computadora.

El final es tal vez otro punto refutable de la historia, a mí en particular no me gusto para nada. Carece de imaginación. Es un recurso fácil ya utilizado para dar cierre a una historia.
Dejando de lado ese detalle, este libro logro entretenerme y atraparme, dibujando varias de las situaciones narradas en mi cabeza imaginando hasta los sonidos más espeluznantes.

Por su parte, el señor King ya vendió los derechos cinematográficos de cell, así que si no tienen ganas de quemarse los parpados leyendo el libro, vayan al cine, aunque imagino de antemano que será un desastre…
Me despido, sin más comentarios que hacer al respecto.

Atte.: Alejandra

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