Ángel del Inframundo


Donde reinaba el caos, donde el grito de dolor de la naturaleza no llegaba ser escuchado, donde la armonía era solo una utopía, llegó la misericordia de un ser desconocido, desplegando sus negras alas que despedían cenizas del inframundo. Sus palabras no llegaban a ser escuchadas pero si sentidas, la melodía que lo rodeaba nos embriagaba hasta la fascinación.


Aquel ser llegó hasta mi, y susurró a mi oído proezas que llenaban de sabiduría mi ser. El mundo comenzó a venirse abajo ante mis ojos. No había salida donde yo estaba. Las nubes descendían a nuestros pies y las estrellas caían estrepitosamente sobre el suelo mientras la luna yacía expectante en lo alto como espectadora de todo lo que ocurría.


Este ser desconocido se impuso ante nosotros con desdén. Alzó su voz y sus brazos al cielo y con lágrimas de sus ojos inundo mi camino. Su plegaria se convirtió de repente en una maldición que caía sobre mis hombros y que me acompañaría hasta el resto de mis días. Sus alas cubrieron mi mundo sumergiéndome en la oscuridad que me brindaban la increíble sombra de su ser.


En mi mente se aclaro todo como si la luz no fuese más que una ceguera que no me permitía ver con certeza.
Ahora en las tinieblas es cuando no temo la realidad. Aquello no fue una maldición, fue la bendición de quien pudo ver a través vez de mis ojos el mundo que afrontaba, la luz que me cegaba, el mal que me rodeaba. Aquel ser desconocido desplegó sus alas y retomo su nuevo destino. Llegué a alcanzar su mano, llegué a ver sus ojos q iluminaban mi sendero como la luna iluminaba aquella lúgubre noche.


La suave brisa del viento se volvía contra mí, empujándome hacía el abismo. Mi respiración tenue no llegaba a darme un respiro suficiente.
Había llegado la hora de la despedida, me deje caer en sus brazos y deje mi destino en sus manos. Desplegó sus alas, y nos alejamos del caos allí presente. Fue el comienzo del fin, que aun continua escribiéndose en el destino de todas las personas.









Atte. : Alejandra

1 comentario:

  1. Es hermoso el escribo Ale, es tuyo?, la verdad que me quedé encantado, te mando un beso enorme Ale, como siempre te digo, cuidate mucho y segui poniendo cosas tan lindas como este escrito.







    P.D.
    Me pregunto ¿quién será aquel ser?

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