Marines

"Hoy, un alumno me trajo una melodía escrita a mano en su cuaderno pentagramado. Se trataba de una melodía muy bonita, pero de la cual no tenía grabación alguna, sino que trasncribió utilizando las herramientas que conoce y toda la fuerza que pudo sacar de su memoria.
         Se trataba de una canción, escrita por su hermana, titulada "Marines" la cual  solía cantar cuando era niña..

Olvidaba mencionar un detalle .... El alumno del cual hablo tiene unos 70 y tantos años.
Trompetista en su juventud, siempre se dedicó a tocar jazz, pero lo hacía de oído; nunca miró, ni siquiera de reojo, una partitura.
Los años pasaron y las vueltas de la vida lo llevaron a alejarse de la música como interprete.
Sucesos poco afortunados inrrumpieron en su vid;. Tristeza y dolor, causados por una gran pérdida ....

Hace unos pocos años este ex trompetista decidió refugiarse en la música, pero ésta vez, eligió al piano como confidente y las vueltas del destino lo pusieron frente a mi como alumno.
Me dio aquella partitura sin demasiadas esperanzas de que pudiera traducir lo que sus recuerdos volcaron allí.
 Interpreté aquella melodía que trajo humildemente escrita a mano. A simple viste parecía una tarea de reconstrucción un tanto difícil.Eran un puñado de notas escritas en clave de sol con una rítmica que desobedecía al compás establecido. Pero al sentarme en el piano, esbocé algunos tímidos acordes que me sugerían aquellas notas. A partir de allí no tardé demasiado en sentirme identificada en cada uno de los motivos melódicos que se iban desarrollando y al llegar al último compás, pude observar, cómo con sus manos, mi alumno, secaba lagrimas que se le escapan de entre sus ojos.

La canción tenía una dedicatoria al final, la cual decía " para mi madre.."

-"Nena, hiciste llorar a este viejo, al escuchar una canción que hace años tenía encerrada en algún lugar de mi ya desgastada memoria",
Luis, el cual me agradeció con un abrazo, por , tal vez, la mejor clase que hayamos tenido, se despidió  con una sonrisa dibujada en su rostro."

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Hoy releia esta historia que escribí hace un par de años. Luis fue un alumno muy especial el cual no concurre más en donde enseño pero que sin dudas me dejo grabado en mi memoria este pequeño acontecimiento.
¿Cómo fue que el destino puso esa partitura en mis manos y que termináramos la clase con ese desenlace? Difícil de explicar.

Lo curioso es, el sentimiento de identificación que ambos sentimos con esa melodía.
,Todos los seres humanos deberíamos ser un tipo de espejos los unos para los otros, de forma de responderse y completarse. Hermann Hesse en su lobo estepario, explica esa extraña búsqueda entre las personas.

         Pero hay sin embargo, "bichos extraños" dice, los cuales nos perdemos en un espejismo, donde no podemos ver ni leer nada en los ojos de las otras personas haciendo que todo deje de interesarnos.
          Creo que el poder de sentir esa identificación, ese reflejo que produjo esa obra, me permitió (Al menos a mi, y creo que en las lagrimas de Luis, pude ver lo mismo) recuperar ese intereses que creímos perder en casi su totalidad.

Al menos por un instante encontramos un reflejo, escondido en el éter que se llevaba consigo aquella melodía interpretada en aquel aula.




Atte.: Alejandra      

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